El señor Cristianito estaba inquieto, angustiado y frustrado ante el Ajax. Muchos son los calificativos que podríamos emplear para describir su actitud prepuberal.
Había soltado unas palabritas de rebote al público blanco poco antes, y saltó al campo con la pretensión de callar a quienes se molestaron por sus chulerías. Pero pasaban los minutos, y aunque su equipo ganaba,...EL no había marcado.
La falta de humildad, la carencia de títulos, y sobre todo la sombra de Messi, han hecho de Ronaldo un espantajo que se pasea por el campo buscando su propio beneficio. De ese modo, acabó el partido con victoria de los suyos y sin embargo arrastraba un enfado monumental.
Según informaron los propios medios madridistas, fué el primero en abandonar el campo, y tuvieron que avisarle porque el resto de sus compañeros permanecían en el césped saludando al público. Tuvo que volver, y sin llegar el centro del campo saludó apresuradamente para volver a huir. Luego, a pesar de ser uno de los jugadores que más tarda en maquearse tras los encuentros, en diez minutos había abandonado el estadio.
Podemos dar gracias a que la prensa blanca sea la primera y más grave enfermedad del Real Madrid, porque cuando no tienen de qué hablar, prefieren airear la propia mierda antes que hablar de otros equipos de nuestra liga que no les interesan. Ha sido por eso por lo que pudimos conocer este tipo de detalles que en ocasiones normales permanecerían escondidos.
La estrellita blanca arrastra ansiedad y soberbia/prepotencia a partes iguales.
Había soltado unas palabritas de rebote al público blanco poco antes, y saltó al campo con la pretensión de callar a quienes se molestaron por sus chulerías. Pero pasaban los minutos, y aunque su equipo ganaba,...EL no había marcado.
La falta de humildad, la carencia de títulos, y sobre todo la sombra de Messi, han hecho de Ronaldo un espantajo que se pasea por el campo buscando su propio beneficio. De ese modo, acabó el partido con victoria de los suyos y sin embargo arrastraba un enfado monumental.
Según informaron los propios medios madridistas, fué el primero en abandonar el campo, y tuvieron que avisarle porque el resto de sus compañeros permanecían en el césped saludando al público. Tuvo que volver, y sin llegar el centro del campo saludó apresuradamente para volver a huir. Luego, a pesar de ser uno de los jugadores que más tarda en maquearse tras los encuentros, en diez minutos había abandonado el estadio.
Podemos dar gracias a que la prensa blanca sea la primera y más grave enfermedad del Real Madrid, porque cuando no tienen de qué hablar, prefieren airear la propia mierda antes que hablar de otros equipos de nuestra liga que no les interesan. Ha sido por eso por lo que pudimos conocer este tipo de detalles que en ocasiones normales permanecerían escondidos.









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