Hace unos meses, al pensar en la futura elección del Presidente de la Federación Española de Fútbol se nos dibujaba un panorama de hostilidad. La posible reelección de Angel María Villar iba a estar aparentemente rodeada por polémicas, Villaratos y campañas de derribo. No hacía falta ser adivino para adelantarse a los acontecimientos.
Ayer ocurrió. Villar se presentaba como único candidato y lo renovaron por cuatro años (2012-2016). La noticia pasó practicamente desapercibida. A la Asamblea asistió el presidente de la UEFA y socio de honor del Real Madrid, Michel Platini.
El sorprendente silencio de la importante noticia sucede en una temporada plagada de acciones arbitrales desproporcionadas a favor del Real madrid. Cualquier mal pensado podría llegar a la conclusión de que Villar se ha ganado la reelección a base de favores y de que el silencio mediático es la correspondiente recompensa del mediatismo blanco.
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