Un Barcelona hundido,apagado y mediocre,permite al Madrid aventajarse en su primer puesto tras un partido soso donde no se supo desde el primer momento quien jugaba en su campo y quien no.
Un entrenador que se aseguró guardarse las espaldas y eludir responsabilidades poniendo una alineacion politicamente correcta sin importar si estaban o no en forma o comprometidos.Para sacar en los últimos diez minutos a Bojan como todos los antimadridistas solicitaban desde mucho antes.
Un cero para los jugadores (excepto este último) porque todos se conformaban,ni siquiera Pujol reñía ni demostraba su enfado como era habitual en él,cuando hasta el macaco Robinho lo hacía (y eso ganando fuera de su casa) por no llegar a un balón en carrera.Los delanteros del BarÇa se escondían para no recibir en abundantes ocasiones.
Otro cero para Rijkaard porque se supo sumar con ahinco a la pasividad del equipo.Los catalanes demuestran una vez mas ser unos pusilánimes del antimadridismo.
Y como no,el arbitraje más puerco que hemos podido ver desde el principio de liga,un personaje (Mejuto) que se merecería muchas rimas con su nombre.Desde el principio del partido todos pudimos percibir que no había sido casualidad tener a este individuo, ya conocido por los antimadridistas, dirigiendo el partido.Son incontables las faltas de los blancos que se pasó por el forro,diciendo a los jugadores que se levantaran.Y cuando pitaba no permitía al Barcelona sacar rapidamente.Se comió dos penaltis,pitó cosas que ni eran ni parecian falta,como una jugada donde Robinho se dejó el balón atrás porque él mismo le dió con su talón,¡¡y pitó falta señores!! demostrando que claramente se lo inventaba.El Madrid cortaba sistematicamente con falta los contragolpes culés,y podía hacerlo con confianza como siempre,porque las tarjetas no existían.Doble rasero más que evidente.Un pisotón en la espinilla de Raul a Pujol demostró su asquerosa condición de bastardo encabronado.Casillas se desentendió del balón en una jugada para salir fuera del área a placar a Pujol,tampoco había nada.Cortes de balón con la mano,...y la jugada del gol,que vino como de costumbre tras una táctica antideportiva,donde el "caracaballo Ramos" se tiró,y los asistentes del Madrid salieron a atenderle y a reirse (como las cámaras captaron) ante la estrategia del defensor para cortar el asedio culé.Entonces, mientras se protestaba, ellos corrían para marcar.En definitiva,un partido de cero a cero desequilibrado por un árbitro sin verguenza.
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