"No se nos puede pedir cordura a nosotros y que luego se busque el morbo de que alguien ponga una bandera del Barça allí".
Al parecer, para Casillas, la Cibeles es de su propiedad, y no tienen derecho los ciudadanos de Madrid a ser del equipo que les dé la gana y a celebrarlo donde se les antoje. Pero no es de extrañar, puesto que si se creen el equipo de España, menos aún van a entender que en su propia capital de la nación haya esquiroles que sigan colores o profesen gustos diferentes a los establecidos y marcados por el manual del buen español.Si por ellos fuera...a la cárcel todos.
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