Florentino y el poder arbitral

Estamos asistiendo a una evidente campaña de favoritismo arbitral, que si bien existe desde todos los tiempos, abre ahora nuevos campos de actuación.
La temporada pasada, los árbitros se encontraban algo más inseguros a la hora del descaro...no sentían el respaldo de una familia mafiosa sólida, de un poder consolidado. Aún así, ejercían su clásica actividad con mayor o menor sutileza. Sólo algunas campañas mediáticas (en la segunda vuelta sobre todo) les animaron a practicar el apoyo ferviente y sin tapujos.
El problema era que los blaugrana, engrasados como una máquina conjunta y estrepitosa, no podían ser tumbados con decisiones puntuales, ni siquiera con el intermitente goteo de injusticias a lo largo de todo un encuentro.
Así, se volcaron en el apoyo a las victorias blancas...que se acabaron cuando el rival fué culé.
Esta temporada, llegó Florentino...y un oscuro entresijo de amaños recorre el mundo del arbitraje. En Europa comienzan a acontecer hechos insólitos (robo al Olimpique) que dejan en entredicho la integridad de la Champions.
Este destape arbitral a favor del Madrid, hacía presagiar el comienzo de nuevas vias de intervención de los colegiados...en concreto, el intento de influir más activamente en el juego de los rivales directos de los blancos. Dicho en otras palabras: No basta con que ganen ellos, hay que hacer pinchar a los demás.
Y el ejemplo más claro lo tenemos en quien más sombra les hace: El Barcelona.
Con el caso Weligton dieron un mensaje al resto de equipos: Podeis atizarles. En esta jornada, el Almería de Hugo Sanchez se les atravesó (sólo un gol de Pedro), y en gran parte fué debido a una serie de decisiones arbitrales durante el primer tiempo, que impidieron la sentencia del partido...y que se rompiera con ello el orden del rival (como sin embargo consiguen hacer los propios árbitros con los rivales de los blancos, mediante los penaltis y el balón parado).
El comienzo fué una primera entrada brusca a Iniesta, que no fué tarjeta y ni tan siquiera falta (los locutores defendían que, aunque el jugador arrastro la pierna de Iniesta, tocó balón...lo mismo que el penalti de Cristiano que costó la expulsión de Diawara ante el Marsella, y el segundo gol).Luego una clara falta de amarilla a Messi en el centro del campo...fué tarjeta a Xavi por protestarla. Las gradas pitaban enfurecidas a Velasco Carballo.



A esto habría que sumar un penalti sin discusión a Messi (Bernadello). Aquí la reacción de Carballo fué ir a la búsqueda del Argentino para gritarle en plena cara, acusándolo de haberse tirado.
Luego vendría un segundo penalti, esta vez a Dani Alves, por parte del guardameta Diego Alves.
Así se concedió un respiro al Almería para rehacerse y aguantar el ritmo del partido sin una diferencia mayor, que probablemente habría roto el encuentro.
Sólo teneis que ver como lo comentan en otros paises.
Mañana el Sevilla tiene una papeleta dificil, tendrá que luchar contra los 11 del Madrid y el criterio diferencial del ábitro de turno.