Ya sabíamos el tipo de arbitraje que nos esperaba contemplar en mallorca. A los cinco minutos del comienzo, un gol anulado a los de casa por fuera de juego inexistente. Inicio del atraco. El mallorca se repuso y marcó otro...pero el cansancio sumado a la coacción arbitral fueron mermando al conjunto rojo. Los saques de banda regalados al madrid, ser arrollado sin poder arrollar, la impunidad de Cristiano Ronaldo (que nos obsequió con una patada por detrás que captaron las cámaras...sin balón en juego, y con un puñetazo en la cara a lo Mtiliga en otra ocasión).
Era frecuente observar como los balones divididos siempre se resolvian de dos maneras posibles: Si se la llevaba el jugador del Mallorca, sonaba el silbato. Si se la llevaba el blanco, seguía el juego.
Los piscinazos de Higuaín o Ronaldo no eran sancionados. Al linier de una banda se le olvidaba levantar el banderín mientras el linier de la otra se excedía e inventaba. ¡Es tan gracioso ver como un linier pita un fuera de juego o un árbitro sanciona una falta por el único motivo de que se lo piden Sergio Ramos y compañía! Y los ladrones conocedores de sus privilegios no paraban de levantar los brazos.
El tarzán Ramos en una ocasión, en banda, directamente se quitó de en medio a un jugador rival con el brazo arrojándolo al suelo...otra vez nada. Una y mil imágenes similares.
Cuando el madrid iba perdiendo, no paraban de salir a relucir las diferencias entre sus jugadores, con aspavientos, protestas a los compañeros, reclamos y críticas. Ese mismo equipo con tan poca cohesión es el que, según las estadísticas de la sexta, ha igualado la racha de victorias a domicilio del Barcelona del sextete (de risa) y lleva un 93% de puntos ganados de los posibles en la segunda vuelta, batiendo otro record ligero. Algo huele a podrido en nuestro campeonato nacional. Un madrid que no se come un níspero fuera de España...pero que dentro es capaz superar las cifras de las previas "azañas" de su propia historia. ¿?
Era frecuente observar como los balones divididos siempre se resolvian de dos maneras posibles: Si se la llevaba el jugador del Mallorca, sonaba el silbato. Si se la llevaba el blanco, seguía el juego.
Los piscinazos de Higuaín o Ronaldo no eran sancionados. Al linier de una banda se le olvidaba levantar el banderín mientras el linier de la otra se excedía e inventaba. ¡Es tan gracioso ver como un linier pita un fuera de juego o un árbitro sanciona una falta por el único motivo de que se lo piden Sergio Ramos y compañía! Y los ladrones conocedores de sus privilegios no paraban de levantar los brazos.
El tarzán Ramos en una ocasión, en banda, directamente se quitó de en medio a un jugador rival con el brazo arrojándolo al suelo...otra vez nada. Una y mil imágenes similares.
Cuando el madrid iba perdiendo, no paraban de salir a relucir las diferencias entre sus jugadores, con aspavientos, protestas a los compañeros, reclamos y críticas. Ese mismo equipo con tan poca cohesión es el que, según las estadísticas de la sexta, ha igualado la racha de victorias a domicilio del Barcelona del sextete (de risa) y lleva un 93% de puntos ganados de los posibles en la segunda vuelta, batiendo otro record ligero. Algo huele a podrido en nuestro campeonato nacional. Un madrid que no se come un níspero fuera de España...pero que dentro es capaz superar las cifras de las previas "azañas" de su propia historia. ¿?
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