Estamos en plena campaña para lograr que los contrincantes del Barcelona se vean obligados a jugar cada encuentro como una final. Lo comenzó Jose Mario (Mourinho), con una acusación de corrupción hacia el Sporting, que secundó después el club blanco al exponer el artículo de la FEF en el que se escudaron. En otro mundo tendrían que demostrar tan graves acusaciones o atenerse a las consecuencias legales....esas mismas que no alcanzan nunca al Madrid.
Un ejemplo lo tenemos en Mourinho, sancionado dos partidos, pero que al rato de estar en un palco privado decidió saltarse la prohibición ante el Athletic. Se pasó por el forro las normas, sabedor de que puede hacerlo por estar donde está....el resto del partido estuvo dirigiendo a su equipo y haciendo los cambios...una verguenza. ¿Cual es entonces la sanción?.
Ahora, prosiguen la peligrosa senda de acusar a todo rival que no gane al Barcelona. En el caso del Almeria, pusieron en la cuerda floja a Juanma Lillo, y la labor mediática le costó el puesto. No contentos con eso, ahora acusan al Almeria de haberse dejado ganar...unos dicen que por "colegueo" con los culés, y otros que para echar a Lillo. Hipocritas...a Lillo lo echasteis vosotros, poniendo todo el peso de la gloria nacional sobre sus espaldas.
El camino consiste entonces en apuntar con los medios hacia un equipo humilde, y decirle de algún modo: Ya sabes lo que te conviene...o le juegas a muerte al Barcelona o vamos a lanzar mierda sobre ti. Ya está costando puestos, quien sabe si ahora irán a por Alves, portero del Almeria acusado con palabras tergiversadas.
AH, por cierto, el portugués ha vuelto a hablar, y como no...lanzando cobardes dardos sin nombre ni apellido contra Preciado, a quien acusa de "haber tenido mucha publicidad gratis".
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