Partido de ida de cuartos, copa del rey: Un equipo, el Sevilla, sufre un robo arbitral a lo largo de más de 90 minutos, que culmina con la anulación de un gol que atraviesa claramente la línea. La España no madridista, de forma unánime, no tuvo dudas a la hora de reconocer en sus pantallas el tanto de Luis Fabiano, sin semejanzas ni nada que ver con goles fantasma del pasado. Toda similitud con jugadas dudosas es ficticia e infundada.
El público se fué calentando e indignando. Un denominador común e histórico de muchas aficiones al enfrentarse con el Madrid. El madridismo no reconoce (ni lo hará jamás), que está alcanzando cotas muy elevadas de "falta de disimulo" a la hora de ejecutar su práctica tradicional de sesgo arbitral. Por eso no se explican el "ambiente caldeado" que se encuentra su equipo en muchos estadios, las ganas que les tienen... producto de actuaciones desesperadas de sus secuaces arbitrales...al ver que se marcha otra liga o la copa.
Al final, un "embotellado" sevillista cometió el error de no aguantarse las ganas de estallar, y le lanzó una botella pequeña de agua vacía a Casillas. Si habeis visto las imágenes, sabreis que la botella cae lentamente por el poco peso que tiene. Casillas nota que algo le roza, y se tumba a retorcerse como un descosido. Los blancos corren a condenar los hechos, a llamar estúpido o imbécil a una persona que como mucho es humano. Ojalá las personas nunca perdieran la cualidad de indignarse, ojalá no se acostumbraran nunca a ser mangoneados, ni se domesticaran.
Desde aquí condenamos tajantemente cualquier lanzamiento de objetos en los estadios que puedan provocar daños físicos . Pero señores, no seamos hipócritas ni demagogos...no vamos a condenar el lanzamiento de bolas de papel de aluminio, clinex, botellas vacias, chicles y demás armas de destrucción masiva.
La confirmación la teneis en el acta arbitral: "Una vez finalizado el encuentro, fue lanzada desde uno de los fondos donde había ubicados seguidores del club local una botella de agua pequeña". "El jugador (Casillas) no presenta ninguna lesión como consecuencia del hecho, según nos confirma su delegado instantes después en el vestuario arbitral".
Podría parecer una mala broma, pero no lo es...el señor Casillas, que estuvo tirado en el suelo retorciéndose un buen rato, a los pocos segundos de alcanzar la bipedestación comparecía en perfecto estado ante las cámaras para insultar al aficionado que le lanzó la terrible botella. Obviamente no hacia falta que un delegado confirmase su buen estado de salud...
El resumen es: El Sevilla afronta el partido de vuelta en campo rival y con un gol birlado, que ha podido suponer la eliminación. La afición será definitivamente antimadridista desde el partido de ida y para los restos. Y el Madrid...con toda la cara dura de un mítico impostor, criminaliza a los equipos contrarios y se hace la víctima de un "odio irracional fruto de las envidias", mientras su prensa, tras lograr que multen al club sevillista con 3000 euros, titula insatisfecha e insaciable: Competición apercibe pero no cierra el Sánchez Pizjuán.
Luego en liga hacen tres cuartos de lo mismo con Osasuna. En este caso, apenas media semana después del ingreso en UCI de Casillas, piden el cierre del estadio Reyno de Navarra por el lanzamiento de balones al campo durante el juego.
602 euros de multa para los de Pamplona, culpables del delito de ganarle al Madrid. Se supone que deben controlar el lanzamiento de balones que previamente había arrojado a las gradas Cristiano Ronaldo...de película.
En fín, quien siembra recoge. Que sigan esta senda y sumaremos adeptos. Aquí os dejo las imágenes donde podeis comprobar que Ronaldo lanza los balones fuera del campo en el entrenamiento previo al encuentro...
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