El deseo de los poderes mediáticos de convertir a Cristiano Ronaldo en un jugador equiparable en calidad a Leo Messi, choca con el sentido común y por tanto despierta un clamor popular. Ya no se trata de aficiones españolas contrarias al Madrid, cosa que utilizan para justificarse cuando en los estadios de nuestro pais la gente rechaza a viva voz los tejemanejes blancos. "Envidia, antimadridismo"..repiten. Ellos nunca hicieron nada para justificar tanto odio "visceral e infundado", argumentan en sus diarios. Ahora incluso en países extranjeros las masas reaccionan burlándose de las ridículas pretensiones de la prensa y de otros mecanismos publicitarios del magnate de las finanzas llamado Real Madrid. Demostración de que en los últimos años han multiplicado sus esfuerzos por imponerse en el fútbol mediante mecanismos distintos al deporte.
De este modo, en Bosnia como en otros destinos, la afición rival grita a Cristiano el nombre del crack argentino, y el "Messi, Messi" suena al unísono en las gradas. Cristiano ha contribuido demostrando en sus declaraciones la envidia que (este si) le tiene a un culé por ganar dos balones de oro seguidos.
Nunca existió tanto odio en aficiones rivales nacionales e internacionales hacia un equipo que no está ganando títulos (un trofeo menor en tres años). Es un hecho que deberían pararse a pensar los aficionados del Madrid. ¿Porqué somos tan odiados? Se trata de un acontecimiento inédito. Sus programas de televisión dirán: Por nuestro palmarés, que despierta envidias en todo el mundo. Pero en el fondo saben que la respuesta es: Por el poder. Porque el poder que arrastramos despierta resistencia, rebelión, inconformismo en la gente. Porque antes tenían que aguantar nuestros sermones y si rechistaban les decíamos: El Madrid es el que está ganando...asi que a callar, por eso hablamos de él a todas horas en la tele. Y ahora, pretenden seguir haciendo lo mismo, imponer el monotema, abrir los noticiarios con los blancos, nombrar al Madrid en las locuciones de partidos entre otros equipos...y todo el que antes se tenía que morder la lengua ahora se atreve a gritar verdades y burlarse en los estadios. Incluso en Bosnia tienen narices de ver lo que aquí son incapaces de aceptar los seguidores del Madrid.
De este modo, en Bosnia como en otros destinos, la afición rival grita a Cristiano el nombre del crack argentino, y el "Messi, Messi" suena al unísono en las gradas. Cristiano ha contribuido demostrando en sus declaraciones la envidia que (este si) le tiene a un culé por ganar dos balones de oro seguidos.
Nunca existió tanto odio en aficiones rivales nacionales e internacionales hacia un equipo que no está ganando títulos (un trofeo menor en tres años). Es un hecho que deberían pararse a pensar los aficionados del Madrid. ¿Porqué somos tan odiados? Se trata de un acontecimiento inédito. Sus programas de televisión dirán: Por nuestro palmarés, que despierta envidias en todo el mundo. Pero en el fondo saben que la respuesta es: Por el poder. Porque el poder que arrastramos despierta resistencia, rebelión, inconformismo en la gente. Porque antes tenían que aguantar nuestros sermones y si rechistaban les decíamos: El Madrid es el que está ganando...asi que a callar, por eso hablamos de él a todas horas en la tele. Y ahora, pretenden seguir haciendo lo mismo, imponer el monotema, abrir los noticiarios con los blancos, nombrar al Madrid en las locuciones de partidos entre otros equipos...y todo el que antes se tenía que morder la lengua ahora se atreve a gritar verdades y burlarse en los estadios. Incluso en Bosnia tienen narices de ver lo que aquí son incapaces de aceptar los seguidores del Madrid.
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