En un cruce de acusaciones con el presidente del Oporto, su homólogo en el Benfica (Filipe Vieira) sacó a relucir el caso de corrupción deportiva y compra de árbitros (llamado "silbato dorado") que protagonizó el Oporto de Mourinho hace unos años: Vergüenza es ser condenado por corrupción deportiva. Vergüenza para el país fue saber que hubo quien corrompió a los árbitros con prostitutas y otras estratagemas. Vergüenza fue que todos supiésemos qué pasó, cuándo y cómo ocurrió, pero que la Justicia portuguesa haya preferido ignorar los hechos". "Es una vergüenza saber que algunas personas gozan de una total impunidad en Portugal".









1 comentario:
Pues que parece que sea españa.
Imagina si en lugar de muriño se llamara Pep Guardiola, ya estaría ajusticiado.
Publicar un comentario