En el año 1981 (1 de marzo), el jugador azulgrana Quini fué secuestrado a punta de pistola. El Barcelona acababa de ganar por 6-0 al Hércules, y se colocaba a dos puntos del liderato. Después de verse privado del jugador pichichi, su equipo sumó solo un punto en los cuatro partidos que se perdió (estuvo secuestrado 25 dias) y acabaron perdiendo la liga.
Una vez liberado, la versión oficial habla de tres hombres en paro, que decidieron secuestrar al jugador para lograr una recompensa. Sin embargo, las continuas llamadas telefónicas para proporcionar falsas pistas e indicaciones equivocadas hablan de un intento de ganar tiempo.
El Periódico La Vanguardia, recibe al dia siguiente del secuestro una llamada telefónica de un anónimo, que se identifica como representante del "Batallón Catalano-Español", y que defiende que el secuestro se debe a que "un equipo separatista no puede ganar la liga", y que sería liberado tras el encuentro contra el Atlético de Madrid, entonces lider en la tabla.
El mismo periódico recibe otra llamada cuatro horas después, en este caso del PRE (siglas que parecen hacer referencia a "pura raza española"...al menos eso significa en los caballos).
Núñez reconoció que ultimamente varios jugadores habían recibido anónimos amenazantes.
En este entorno de presiones deportivo-políticas, queda lejos la versión puramente económica que lo atribuye a unos sujetos arruinados en la búsqueda desesperada del sustento.
A las declaraciones de Nicolau Casaus, donde manifestaba que estaría dispuesto a dar su vida por la liberación de Quini, le siguieron las de los jugadores, que dijeron estar dispuestos a renunciar a la liga con tal de que fuera liberado su compañero.
La liberación no ocurriría hasta el 25 de marzo.
Una vez liberado, la versión oficial habla de tres hombres en paro, que decidieron secuestrar al jugador para lograr una recompensa. Sin embargo, las continuas llamadas telefónicas para proporcionar falsas pistas e indicaciones equivocadas hablan de un intento de ganar tiempo.
El Periódico La Vanguardia, recibe al dia siguiente del secuestro una llamada telefónica de un anónimo, que se identifica como representante del "Batallón Catalano-Español", y que defiende que el secuestro se debe a que "un equipo separatista no puede ganar la liga", y que sería liberado tras el encuentro contra el Atlético de Madrid, entonces lider en la tabla.
El mismo periódico recibe otra llamada cuatro horas después, en este caso del PRE (siglas que parecen hacer referencia a "pura raza española"...al menos eso significa en los caballos).
Núñez reconoció que ultimamente varios jugadores habían recibido anónimos amenazantes.
En este entorno de presiones deportivo-políticas, queda lejos la versión puramente económica que lo atribuye a unos sujetos arruinados en la búsqueda desesperada del sustento.
A las declaraciones de Nicolau Casaus, donde manifestaba que estaría dispuesto a dar su vida por la liberación de Quini, le siguieron las de los jugadores, que dijeron estar dispuestos a renunciar a la liga con tal de que fuera liberado su compañero.
La liberación no ocurriría hasta el 25 de marzo.
¿Por qué hago un recordatorio de estos acontecimientos? Muy sencillo. Mi cabeza no puede evitar hacer un cierto paralelismo entre estos acontecimientos históricos y el reciente tiroteo en la casa donde Leo Messi pasa sus vacaciones en Argentina.
Actualmente, en esa casa vive Matías Messi, el hermano del crack azulgrana. En el momento del tiroteo no había nadie en la casa. Parece que se trató de un individuo o varios en una moto. Los vecinos denunciaron los acontecimientos, y la policia encontró casquillos de una 9 milímetros, arma empleada por fuerzas de seguridad.
Todo está envuelto por una neblina de misterio que no me gusta nada, y justamente a unos dias de comenzar la racha de cuatro clásicos con el Madrid.
Para acabar os dejo una frase extraída de una web que he consultado: "Leo Messi está estos días más pendiente de su familia que de los cuatro clásicos que le esperan en los terrenos de juego contra el Real Madrid."
Podría ser esa, precisamente, la finalidad de lo ocurrido.
Para acabar os dejo una frase extraída de una web que he consultado: "Leo Messi está estos días más pendiente de su familia que de los cuatro clásicos que le esperan en los terrenos de juego contra el Real Madrid."
Podría ser esa, precisamente, la finalidad de lo ocurrido.
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