Hoy me vais a perdonar que pierda las formas y me salte por un momento las reglas de cortesía, pero lo visto en el estadio de nombre fascista supera con creces todo lo soportado a lo largo de decadas de manipulación arbitral.
El cesped de dicho estadio, se dejó lo bastante alto como para frenar el balón en los pases y propiciar el robo y el contragolpe del Madrid. Una declaración de principios de esa afición cargada de alimañas que carecen de valores deportivos.
Desde el principio (15 segundos de juego) ya vimos al primer jugador culé arrollado por esas máquinas de matar, que corrían hacia el contrario con la velocidad y la violencia que solo pueden ejercer aquellos que conocen su impunidad. No se señaló nada, y así una tras otra. Los blancos se permitían el lujo de empujar, golpear o soltar la patadita al contrario incluso cuando el balón ya no estaba en sus piés. Los azulgrana, tenían que dar un saltito automático o retirar la pierna lo más rápido posible, para esquivar las agresiones. Los blancos no. Ese simple detalle demuestra el rasero arbitral. No se vió apenas fútbol, y más que un partido parecían un grupo de merecenarios intentando matar a tortas a un montón de mosquitos que se escurrían entre sus dedos.
El repeinado se tragaba una tras otra las acciones, codazos, guantazos, agarrones y contragolpes cortados sin castigo. Para el Barcelona, tarjeta amarilla a la mínima (5 tarjetas, más del doble que a los blancos, dos de ellas como represión fascista por protestar).
Un primer penalti claro sobre Villa no pitado (recordemos el de Di María en Bilbao, ese era clarísimo para ellos). Luego el segundo lo pitaron (doble penalti, por mano previa de Albiol), ante la sorpresa de todo espectador antimadridista. Pero como no, equilibraron regalando uno en piscinazo de Marcelo (con amarilla a Valdés por quejarse).
Messi tendría que haberle roto la cabeza de un balonazo a alguno de los cerdos que poblaban las gradas, los mismos que acto seguido tiraron objetos...nadie dijo nada.
La sexta, con Kiko y Esteva se dejaron la piel tergiversando todo lo posible. Evitaron repetir el piscinazo de Marcelo, y sin embargo dieron mil vueltas a los que se cometieron sobre Villa.
Hemos llegado a un nivel repugnante de perturbación deportiva. El Madrid se ha destapado como el club más desquiciadamente despreciable. Toda España y el extranjero ha podido ver el enfrentamiento entre la clase y la porquería. No hubo un partido, sino una comedia, un montaje de mierda. El Barcelona ha tenido el increible mérito de soportar dentro de lo posible la encerrona, de acabar con un empate...y no terminar con lesionados graves (parece que Puyol no tiene nada importante) ni con expulsiones.
Ser del Madrid es una demostración de carencia de integridad. No vale todo, amigos. Y si no se puede ganar, y un rival es mejor que tú, el caballero (con señorío) se quita el sombrero y deja paso....pero no recurre a ayudas para luego vendernos que todo está dentro del abanico que ofrecen las opciones de enfocar un partido. Por favor, que asco me dais. Engendrais odio. Me siento y me sentiré cada dia más antimadridista. Demostrais que nuestra filosofía es profundamente cierta y coerente. Gracias por no desmentir lo que defendemos, que sois ratas de cloaca, buscando basura en la que revolveros.
El cesped de dicho estadio, se dejó lo bastante alto como para frenar el balón en los pases y propiciar el robo y el contragolpe del Madrid. Una declaración de principios de esa afición cargada de alimañas que carecen de valores deportivos.
Desde el principio (15 segundos de juego) ya vimos al primer jugador culé arrollado por esas máquinas de matar, que corrían hacia el contrario con la velocidad y la violencia que solo pueden ejercer aquellos que conocen su impunidad. No se señaló nada, y así una tras otra. Los blancos se permitían el lujo de empujar, golpear o soltar la patadita al contrario incluso cuando el balón ya no estaba en sus piés. Los azulgrana, tenían que dar un saltito automático o retirar la pierna lo más rápido posible, para esquivar las agresiones. Los blancos no. Ese simple detalle demuestra el rasero arbitral. No se vió apenas fútbol, y más que un partido parecían un grupo de merecenarios intentando matar a tortas a un montón de mosquitos que se escurrían entre sus dedos.
El repeinado se tragaba una tras otra las acciones, codazos, guantazos, agarrones y contragolpes cortados sin castigo. Para el Barcelona, tarjeta amarilla a la mínima (5 tarjetas, más del doble que a los blancos, dos de ellas como represión fascista por protestar).
Un primer penalti claro sobre Villa no pitado (recordemos el de Di María en Bilbao, ese era clarísimo para ellos). Luego el segundo lo pitaron (doble penalti, por mano previa de Albiol), ante la sorpresa de todo espectador antimadridista. Pero como no, equilibraron regalando uno en piscinazo de Marcelo (con amarilla a Valdés por quejarse).
Messi tendría que haberle roto la cabeza de un balonazo a alguno de los cerdos que poblaban las gradas, los mismos que acto seguido tiraron objetos...nadie dijo nada.
La sexta, con Kiko y Esteva se dejaron la piel tergiversando todo lo posible. Evitaron repetir el piscinazo de Marcelo, y sin embargo dieron mil vueltas a los que se cometieron sobre Villa.
Hemos llegado a un nivel repugnante de perturbación deportiva. El Madrid se ha destapado como el club más desquiciadamente despreciable. Toda España y el extranjero ha podido ver el enfrentamiento entre la clase y la porquería. No hubo un partido, sino una comedia, un montaje de mierda. El Barcelona ha tenido el increible mérito de soportar dentro de lo posible la encerrona, de acabar con un empate...y no terminar con lesionados graves (parece que Puyol no tiene nada importante) ni con expulsiones.
Ser del Madrid es una demostración de carencia de integridad. No vale todo, amigos. Y si no se puede ganar, y un rival es mejor que tú, el caballero (con señorío) se quita el sombrero y deja paso....pero no recurre a ayudas para luego vendernos que todo está dentro del abanico que ofrecen las opciones de enfocar un partido. Por favor, que asco me dais. Engendrais odio. Me siento y me sentiré cada dia más antimadridista. Demostrais que nuestra filosofía es profundamente cierta y coerente. Gracias por no desmentir lo que defendemos, que sois ratas de cloaca, buscando basura en la que revolveros.









9 comentarios:
Nunca un artículo ha dicho tantas verdades, pero hay más de 2 bastardos, son casi cien mil.
Hola Dertycia , estoy indignada con el juego sucio del Madrid, estoy completamente de acuerdo con tu escrito.
Acabo de escribir un mensaje mucho más largo pero se me ha borrado.
Saludos, te sigo en twitter.
Me gusta tu blog.
Maria
Me consuela saber que el partido lo han visto millones de personas , el Madrid ha quedado retratado por su cobardia , todos atrás y a pegar patadas al contrario, impotencia de no saber jugar al fútbol como su gran rival el Barcelona.
Pepe no deberia jugar es un sucio por no decir otra cosa.
El arbitro nefasto.
Mou patético.
Saludos
Chapeau al artículo, fue todo un expolio en el estadio facha. El gominas se comió un penalty a Villa y en cambio pitó el piscinazo de Marcelo (Alves toca balón). Y luego, cómo no, el desigual reparto de tarjetas, como siempre. Me ha recordado a los tiempos del del bigote, cuando las Ligas se ganaban por real decreto.
Me ha emocionado mucho tu crónica. Dice exactamente todo lo que siente mi corazón con pesar. Te pido permiso para divulgarla un poco, en modo de protesta. ¡YA ESTÁ BIEN!
Ah, y el público facha tirando objetos a Messi, como en los viejos y añorados tiempos en blanco y negro
gracias por vuestros comentarios, amigos. Tenemos que hacer una buena recogida de firmas, ahora con los clásicos es el momento
Tienen el mismo cínismo que Platini cuándo su país paso con un gol de Henry en detrimento de Irlanda. La técnica y el rigor ha de entrar como pasa en el tenis, por ejemplo. Se ve claro que se le da mucho poder a una sóla persona para adulterar al gusto. ¿Por qué no se habla del penalty de Casillas con su rojita e imposibilidad de jugar en la final de copa?
AMÉN!!
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