Nos hace llegar un amigo via chat la noticia publicada por 'diariogol' sobre el cruce de mensajes de twitter que mantuvieron Dani Martinez (Otra movida-Neox) y JJ Santos (locutor de la final del mundialito de clubes entre el Santos y el Barcelona).
Dani Martinez es un declarado culé, cosa que puede permitirse por ser humorista. JJ Santos sin embargo no declara su madridismo pese a su papel de locutor en una televisión nacional, pero indignantes comportamientos como el de la final del mundialito sirven de evidencia. El señor JJ Santos, fiel a su onomástica, iba con el equipo brasileño. En consecuencia, cantaba con desgana los tantos culés y nombraba en su discurso al Real Madrid, que no había sido invitado a esta fiesta del fútbol.
Los twitteros molestos comenzaron a quejarse, y Dani Martinez se hizo eco de los mensajes que le llegaban: "¿Qué me decís de JJ Santos, amigos? Si me han llegado 200 comentarios, ni uno solo ponía 'me gusta JJ'.
El señor JJ replicó: "Cuando quieras te paso comentarios que me llegan a mí de algunas cosas tuyas y de tus amigos".
Ya estas palabras dejan traslucir una cierta mentalidad retrógrada. Al añadir la coletilla 'y de tus amigos' parece colocar a Dani Martinez dentro de una raza o género inferior y molesto, una tribu de mancillados culés, tratándose de un comediante que no se involucra seriamente en el tema futbolero.
La cosa no quedó aqui. Dani escribió entonces: "Yo sólo he leído lo que la gente libremente ha opinado. Ni siquiera he dado una opinión".
Santos siguió en sus trece, sin querer dejar pasar el asunto: "Me parece perfecto que utilices tu cuenta para preguntar por lo que hacen otros. Es lo normal".
Dani siguió la senda del razonamiento lógico una vez más: "A partir de ahora ya no usaré Twitter para preguntar a la gente su opinión, lo usaré de agenda o de despertador, ya veré".
El merengue-locutor replicó de nuevo: "Pues es una pena que dejes de usarlo para preguntar por otros, con lo larga que es la lista y lo bien que se te da escrutar”.
Y el mensaje final del genial imitador de Piqueras fue: "Ni he opinado, ni he criticado. Yo he preguntado. Si no se puede preguntar por aquí, apaga y vámonos. Twitter es un espacio de libres opiniones y por eso me gusta. A mí me dicen cosas buenas y malas como a todo el mundo, y hay que aceptarlas".
Probablemente el señor locutor se piensa que vivimos en otros tiempos, donde personas como él, que siguen abarrotando el panorama televisivo deportivo, podían exhibir su madridismo, menospreciar con su conducta al resto de aficiones, y recibir un aterrador silencio por respuesta.
Ahora se puede hablar, se puede protestar al menos, aunque siga existiendo manipulación de la competición. Fijate si hay visos de libertad, que hasta el merengue JJ se permitió entrar en una disputa via twitter, cuando lo que debería haber hecho es agachar la cabeza y reflexionar sobre su poca profesionalidad y su papel de periodista sesguista, al servicio de la causa blanca.
Dani Martinez es un declarado culé, cosa que puede permitirse por ser humorista. JJ Santos sin embargo no declara su madridismo pese a su papel de locutor en una televisión nacional, pero indignantes comportamientos como el de la final del mundialito sirven de evidencia. El señor JJ Santos, fiel a su onomástica, iba con el equipo brasileño. En consecuencia, cantaba con desgana los tantos culés y nombraba en su discurso al Real Madrid, que no había sido invitado a esta fiesta del fútbol.
Los twitteros molestos comenzaron a quejarse, y Dani Martinez se hizo eco de los mensajes que le llegaban: "¿Qué me decís de JJ Santos, amigos? Si me han llegado 200 comentarios, ni uno solo ponía 'me gusta JJ'.
El señor JJ replicó: "Cuando quieras te paso comentarios que me llegan a mí de algunas cosas tuyas y de tus amigos".
Ya estas palabras dejan traslucir una cierta mentalidad retrógrada. Al añadir la coletilla 'y de tus amigos' parece colocar a Dani Martinez dentro de una raza o género inferior y molesto, una tribu de mancillados culés, tratándose de un comediante que no se involucra seriamente en el tema futbolero.
La cosa no quedó aqui. Dani escribió entonces: "Yo sólo he leído lo que la gente libremente ha opinado. Ni siquiera he dado una opinión".
Santos siguió en sus trece, sin querer dejar pasar el asunto: "Me parece perfecto que utilices tu cuenta para preguntar por lo que hacen otros. Es lo normal".
Dani siguió la senda del razonamiento lógico una vez más: "A partir de ahora ya no usaré Twitter para preguntar a la gente su opinión, lo usaré de agenda o de despertador, ya veré".
El merengue-locutor replicó de nuevo: "Pues es una pena que dejes de usarlo para preguntar por otros, con lo larga que es la lista y lo bien que se te da escrutar”.
Y el mensaje final del genial imitador de Piqueras fue: "Ni he opinado, ni he criticado. Yo he preguntado. Si no se puede preguntar por aquí, apaga y vámonos. Twitter es un espacio de libres opiniones y por eso me gusta. A mí me dicen cosas buenas y malas como a todo el mundo, y hay que aceptarlas".
Probablemente el señor locutor se piensa que vivimos en otros tiempos, donde personas como él, que siguen abarrotando el panorama televisivo deportivo, podían exhibir su madridismo, menospreciar con su conducta al resto de aficiones, y recibir un aterrador silencio por respuesta.
Ahora se puede hablar, se puede protestar al menos, aunque siga existiendo manipulación de la competición. Fijate si hay visos de libertad, que hasta el merengue JJ se permitió entrar en una disputa via twitter, cuando lo que debería haber hecho es agachar la cabeza y reflexionar sobre su poca profesionalidad y su papel de periodista sesguista, al servicio de la causa blanca.
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