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lunes, 16 de abril de 2012

Dos ‘Mouchampions’ robadas (artículo de Carlos)

 
José Mourinho, en su declaración más vomitiva, dijo que a él le daría vergüenza haber ganado la Champions que Pep Guardiola consiguió con el Barça en 2009. Sí, aquella Champions lograda de forma tan brillante, con un juego que fascinó al mundo entero, goleando al Lyon y al Bayern, eliminando al Chelsea con el mítico ‘Iniestazo’ y dando una lección al Manchester United en una final soñada. Este sujeto de dudosa calidad humana la ha ensuciado, denunciando que fue un fraude y un robo.
Hay que recordarle al tirano del fútbol –el árbitro Anders Frisk se tuvo que retirar por las amenazas de muerte recibidas por los seguidores radicales del Chelsea a raíz de las críticas vertidas por Mourinho en 2005– y a su amplísima corte de palmeros, cómo ganó sus dos Champions con el Oporto y el Inter: Con el equipo portugués eliminó el Manchester United en octavos, gracias a que, a la ida, el alemán Herbert Fandel expulsó a Roy Keane y perdonó la roja a Carvalho, y a que, en la vuelta, Valentin Ivanov anula escandalosamente en Old Trafford un gol legal de Paul Scholes que clasificaba al United.
El ‘Special Five’ se metió en la final por los graves errores arbitrales que beneficiaron a su equipo en las semifinales ante el Deportivo. En la ida, el alemán Markus Merk perdonó la roja a –cómo no– Carvalho y expulsó de forma increíble a Andrade... ¡por hacerle una broma a Deco! En la vuelta, el italiano Pierluigi Collina –quien al año siguiente regalaría a Mourinho una eliminatoria de octavos contra el Barça– continuó la fiesta, expulsando injustamente a Naybet y señalando el penalti que clasificó al Oporto. En La Coruña, a Mourinho todavía lo esperan. Y así, de forma tan ‘admirable’, ganó Mourinho su primera Champions.

Pero, sin duda, la Champions conseguida de forma más distorsionada por los errores arbitrales fue la que el traductor se llevó en 2010 con el Inter de Milán. Al Chelsea –por el cual ahora llora por el episodio Ovrebo– le robaron la eliminatoria de octavos. En la ida, en San Siro, Mejuto González se tragó hasta tres penaltis a favor de los ingleses; y en la vuelta, Wolfgang Stark –a quien Mourinho 'mató' el año pasado– hizo la vista gorda ante un escandaloso triple penalti a Ivanovic y expulsó a Drogba, también jugador del Chelsea. Llegamos al capítulo Olegario Benquerença, compatriota del ‘Special Five’, el más grave de todos por la magnitud del atraco y porque fue contra el Barça, precisamente el equipo que según él recibe ayudas arbitrales. En la ida, el hombre de la media a la cabeza y el trabuco en la mano, presionado por Mourinho y Figo desde la banda, concedió un gol de Diego Milito en un claro fuera de juego, robó al Barça un penalti catedralicio a Alves y no pitó una falta a Messi previa al segundo gol italiano. En la vuelta, Mourinho se queja de la roja a Motta que le mostró el belga Frank de Bleeckere, pero no habla de un penalti claro a Ibrahimovic (a quien rompen la camiseta) ni del gol mal anulado a Bojan en el último minuto, que habría clasificado el Barça para la final.
O sea que, para vergonzosas, las dos Champions de Mourinho. Pero está claro que no puede sentir vergüenza quien no la tiene.

 

1 comentario:

Patrick Bateman dijo...

En la ida de Milán,hay dos penaltis más clarísimos de Lucio y Samuel a Piqué y Keita.Tan claros o más que el de Alves.
Estoy también mosqueado con los árbitros de las semifinales.
Un saludo.