Otro escándalo del comité

Otra vez, ante los excesos del Real Madrid, pagan justos por pecadores. Resulta que los suyos pueden usar la táctica de la provocación de forma reiterada, y eso no tiene sanción. Pero cuando alguien les responde con sus mismas armas (ejemplo de Preciado) acaba habiendo sanción para un representante de cada club.

No importa si te acusan de manipular la competición, si denuncian un contubernio arbitral, o si personalmente te atacan...no puedes responder, a riesgo de que te sancionen y como mucho los sancionen también a ellos.

Nadie cayó en el error de irse a por ellos a guantearles la cara, no se cruzó nunca la línea de lo dialéctico por parte de los rivales...pero desde el 5-0, los juegos verbales acaban con una manita, y las luchas dialécticas acaban para pasar a las manos por parte de los blancos.

Así ha ocurrido con Silvino Louro, el preparador de porteros inscrito como "ayudante sanitario", quien se fué a meterle mano a alguien en el banquillo del Sevilla. Los propios medios blancos no se ponian de acuerdo en "quien provocó al pobre Louro para que tuviera que irse a partirle la cara a un contrario". Unos hablaban de Gonzalo Hurtado, otros de Cristobal Soria. Al final, sanción para éste último y para Louro, igualdad de rasero para quien no se sale del baile de provocaciones verbales y para quien cruza la línea para pasar a la agresión física...

El mensaje que recibimos desde tiempos remotos sigue siendo el mismo...carta blanca para el Madrid y los suyos. Si te atacan...tienes que pensarte muy bien lo que hacer...porque si respondes igual, te espera una persecución mediática e incluso una sanción...y de responder llegando a las manos ni pensarlo...entonces te puede caer una buena. Pero ellos...ellos si pueden iniciar mil disputas al mes, y cuando tienen todas las de perder tras la verguenza del Camp Nou, se permiten responder a guantazos...total, si les cae algo será lo mismo que al miembro del banquillo Sevillista que estaba destinado a recibir la agresión. Un escándalo lo mires por donde lo mires.