El Madrid apeado de la liga

El equipo de la casta, el adalid de la raza, el pundonor, la garra... el estandarte de la lucha sin cuartel, la reencarnación del Cid Campeador, ese Real Madrid sin parangón en lo que se refiere a fervor y belicismo aguerrido...

.... ese mismo equipo ahora, según la propia prensa blanca, "ha tirado la liga" como forma de priorizar la Champions. ¿Eso no era de perdedores?

Que yo sepa, el Atlético de Madrid, aspirando a liga y Champions, no ha decidido reservarse. Ha tenido los bemoles de seguir pujando por ambos títulos.

Si otro equipo se borrase, aparecería el típico Roncerdo gritando: "¿Veis?, eso no le pasa al Madrid, porque somos un equipo ganador, que no renuncia a nada, que muere peleando". Pues no. Sois una farsa. Toda esa filosofía roñosa inventada para justificar los atracos de última hora del Madrid durante el franquismo, y perpetuada en el posfranquismo, es una burda patraña. El otro día alguien escribió muy acertadamente una broma en el chat: Los minutos de descuento para el Madrid se parecen al Mario Bros cuando se comía una estrella y podía llevarse por delante a cualquier enemigo durante un tiempo. Me hizo mucha gracia porque lo resumía muy gráficamente. Desde el minuto 38 (algunas veces antes) el árbitro de turno evita frenar el juego del Madrid. Muchas veces no pita ni una sola falta que perjudique al Madrid en todos esos minutos...incluido el descuento posterior, donde además se cumple generalmente "la regla del tres". De manera que un equipo pequeño o no tan pequeño, que quiera conservar un resultado ventajoso, debe soportar un asedio final que ellos, como cerebros saboteados, no dudan en bautizar, usando la fantasiosa terminología que los caracteriza, como los "arreones del Madrid". Y se quedan tan panchos.

Esta vez ha sido el Celta, o Luis Enrique (antimadridista de alma y tripas), o los dos a la vez...los encargados de sentar de culo a Goliat.

Los anteriores, Valencia y Valladolid, le costaron al Madrid dejar de ganar cuatro puntos. Y este grandioso Celta que se pone octavo en liga, le metió la estocada final.

Ha sido muy bochornoso y patético escuchar a los locutores volverse repentinamente forofos oportunistas del Atlético de Madrid, celebrando como locos el gol del Atlético, los cinco minutos de descuento (deben estar asombrados en el Calderón por recibir tantos minutos) y la expulsión del jugador del Málaga.

Veremos si los locutores son tan rojiblancos en Lisboa.